Disfrutar del verano respetando el medio ambiente

 

A propósito de nuestro anterior post, hoy me ha dado la punzada y me he puesto a ver porno gay. Vaya por delante que no soy homosexual, aunque tampoco pasaría nada si lo fuera; pero es que quiero dejar claro que no son esas la clase de webs de videos porno que suelo ver. Sólo quería comprobar si realmente se podía deducir de estos maricas si realmente eran un colectivo tan vulnerable en referencia al medio ambiente como se injería de nuestro artículo. ¿Y qué he descubierto? Que aunque socialmente sí que puedan recibir ciertas discriminaciones y ser víctima de abusos y ciertas malas aptitudes, estos hombres, cuando follan, solo piensan en follar y ser felices.

Bueno, tampoco había que esperar demasiado, al fin y al cabo, se trataba de porno gratis, por mucho que fuera de corte gay. Pero lo que está claro, en referencia al medio ambiente, es que los tiempos han cambiado lo suficiente como para que una pareja de hombres homosexuales pueda salir con tranquilidad del armario, y puedan mostrar su relación con normalidad ante todo el mundo. Si eso es una de las razones por las que son más conscientes de los problemas medioambientales como el calentamiento global y la superpoblación mundial, está claro que todos los movimientos del colectivo LGTBI para la normalización de su condición sexual han dado sus frutos.

Por ejemplo, no hace mucho, hablar sobre playas de ambiente gay era un imposible; ni siquiera se podía pensar en un par de maricones paseando de la mano junto al mar sin el escándalo consecuente. Sin embargo, ahora muchas localidades de costa han acondicionado sus playas para el uso y disfrute de hombres gay, e incluso lo publicitan así.  De tal forma, ahora incluso  pueden accederse a directorios de playas gay, cada uno con sus características y sus comentarios, al más puro estilo web de turismo. Y es que el colectivo gay se ha apuntado a las vacaciones temáticas y exclusivas, lo que hace que puedan disfrutar de sus días libres en total confianza y comodidad.

Por supuesto, esta liberalidad (o libertinaje) a la hora de visitar las playas tiene mucha gente en contra; son muchas las voces que dicen haber predicho que esto pasaría gracias a eso de las playas naturistas. Sin embargo, nada tiene que ver una cosa con la otra: es muy diferente un lugar donde se permite a la gente estar desnuda, a que puedan incurrir en alguna conducta homosexual y sean libres de hacerlo. Pero puestos a criticar, desde luego, esta gente lo mezcla todo, aunque lo único bueno que hay es que con sus opiniones caducas y distorsionadas, no se les ocurre aparecer por estas playas, cosa que todos se ahorran, sean nudistas, homosexuales o las dos cosas.

Por cierto, ¿os habéis dado cuenta que las playas gay son realmente las que siempre lideran el  ranking de las cosas más limpias? Aquí hay otra razón para considerar a los maricones gente muy comprometida con el medio ambiente, pese a quién pese. No hay duda de que esa vida de desenfreno y libertinaje que se les endosa no es generalizada ni, en muchas ocasiones, ni siquiera cierta. Y bueno, si ser un poco homosexuales nos hace cuidar de nuestro planeta y tener conciencia ecologista, pues bienvenido sea, quizá todos deberíamos probarlo: más allá de que nos guste o no practicar sexo con otra persona de nuestro género, al menos no nos estaríamos cargando toda la naturaleza que nos rodea. Y seguro que algo muy bueno sale a partir de todo esto, no me cabe ni la menor duda.

 

 

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